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Un viejo salidorro ve a un oficinista desempleado con grandes dotes para el manoseo en trenes e intentará por todos los medios hacer de este su discípulo número 500 en su arte de los “dedos de oro” para el manoseo supremo.
Un viejo salidorro ve a un oficinista desempleado con grandes dotes para el manoseo en trenes e intentará por todos los medios hacer de este su discípulo número 500 en su arte de los “dedos de oro” para el manoseo supremo.